May
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Como nunca lo fue
A veces cuando te veo por la mañana en la calle de enfrente y no cruzo para saludarte, me pregunto qué nos ocurre por la noche. Cómo es que sigues viniendo a verme. Cómo es que sigo yendo a verte. Sí, sé que yo también voy. Y por el día no cruzo la calle ni tampoco te llamo, ni te escribo. No te lo pregunto. Ni tú a mi. Pero muchas noches vienes sin avisar y te siento palmo a palmo, aunque no te vea ni te escuche. Siento tu abrazo y hacemos el amor con el alma. Y luego…