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¡Sí! En mi opinión el Bikram Yoga es una opción estupenda para trabajar cuerpo y mente al mismo tiempo. Lo descubrí hace unos años, y me encanta porque me resulta más fácil que otras disciplinas gracias al calor. Este tipo de yoga se hace a 40 grados y con humedad, y eso significa que enseguida se calientan los músculos y el resultado para mi es como que me hubieran dado un masaje en la espalda, ¡qué digo! Mucho más. Como cualquier otro yoga te pone en contacto con tu cuerpo, y eso significa detener los pensamientos para estar en el interior, sintiendo todo en silencio, y fluyendo hasta donde puedes llegar cada día. Es maravilloso para potenciar la concentración, muy necesaria para mantener el equilibrio, y permite un estado meditativo en movimiento, algo que es muy gozoso, ¡como un buen baile! También lo vivo como una manera de darme amorcito, pues siento que me estoy cuidando, que me dedico un tiempo no solo para meditar, si no también para mejorar mi flexibilidad, fuerza, equilibrio, e incluso resistencia cardiovascular. Porque hay momentos en Bikram en los que el corazón late con fuerza, sobre todo al principio, y con la práctica la resistencia aumenta.

Además, gracias al calor y a la cantidad de posturas que trabajan la espalda, proporciona mucha relajación e incluso descontractura si hay por ahí alguna tensión. Otra cosa que me gusta es que se puede practicar la serie entera desde el primer día sin riesgo de lesiones, gracias al calor y al diseño de la secuencia, porque cada postura es una preparación para la siguiente. En total son 90 minutos, 24 posturas y dos respiraciones. Y se pueden hacer todas porque cada uno llega hasta donde puede, ¡es genial! Además, para los perezosos como yo es una gran ayuda, porque en casa nunca me pongo a practicar, y al aire libre como mucho hago un saludo al sol, y ¡listo! Así que me viene muy bien ir a una clase y estar practicando hora y media sí o sí. Por otro lado, en Birkram Yoga la eliminación de toxinas a través del sudor es enorme, dadas las condiciones, y eso se nota por dentro y también en la piel. Os preguntaréis qué pasa con las agujetas. Pues en mi opinión, nada que ver con el ejercicio a temperatura ambiente. Cuando las he tenido han sido mucho más llevaderas, menos punzantes y de menor duración. ¿Bikram Yoga? ¡Ou Yeah!

¿Cómo son las asanas de Bikram Yoga?

Si os estáis preguntando cómo son las posturas, aquí va un video en el que muy rapidito se ven una por una. No están ordenadas, pero sirve para poder hacerse una idea.

¿Y de dónde sale el «hot yoga»?

Para los curiosos, el creador del “yoga caliente”, Bikram Choudhury, es un gurú del yoga hindú que después de practicar yoga durante toda su vida y llegar a ser «Yogi Raj» (rey de los yoguis) con tan sólo 17 años, se lesionó una rodilla durante una sesión de gimnasio. El pronóstico era muy desfavorable porque tenía la rodilla destrozada y según los médicos no volvería a andar. Sin embargo, su creencia en la capacidad del yoga para sanar el cuerpo y la mente le impulsó a crear esta técnica con la que se recuperó por completo. Y es que al parecer el yoga no sólo trabaja a nivel físico con los músculos y articulaciones, como se suele creer, también masajea órganos y glándulas generando un beneficio en todo el organismo.

En definitiva, y para los ordenados, aquí está la lista de beneficios que se atribuyen al Bikram:

–        Reduce el estrés y la tensión.

–        Mejora el estado de huesos, músculos, articulaciones y en especial de la columna vertebral.

–        Trabaja todos los órganos y glándulas mejorando su funcionamiento.

–        Potencia nuestras defensas.

–        Elimina toxinas, y con ello mejora el estado de la piel y equilibra el organismo.

–        Es ideal para detener la mente durante hora y media, con todos los beneficios que eso conlleva.

–        Fortalece la concentración, la fuerza de voluntad, la paciencia y la claridad mental

–        Elimina contracturas

La verdad es que puedo dar fe de muchos de ellos, así que si estás pensando en hacer yoga no dejes de probar esta opción. Lo único que me gusta menos es que el enfoque es muy deportivo y a veces se echa de menos más silencio, pero también es verdad que entras en una burbuja de conexión contigo tan fuerte que no te despista oír al profe y puedes seguir la serie al igual que andas en bici, sin pensar ni tener que atender a explicaciones.

Volver a Bikram era uno de mis propósitos de 2015, así que acabo de retomarlo, y estoy encantada, pensaba que me iba a costar mucho más, ¡pero lo estoy disfrutando más que nunca! ¡Os animo a probarlo!